Madrid empieza a cerrar plantas y camas de hospitales en verano pese a las largas listas de espera

PÚBLICO: El Gobierno de la Comunidad de Madrid prometió al comienzo de la legislatura un plan de choque para reducir las listas de espera. Pero van a hacer lo contrario de lo que se podía esperar si se tiene en cuenta esta promesa. Nunca se llegaron a habilitar los quirófanos por la tarde y durante los fines de semana. Y ahora, tras pasar el pico de la pandemia, no se van a aprovechar los meses de verano para disminuir las listas sino que los hospitales de la región ya han empezado a cerrar plantas y camas. Según los datos que ha podido conseguir Público, tan solo entre diez hospitales habrá 884 camas menos en agosto.


Los sanitarios y sindicatos se oponen al cierre de camas y plantas. Piden que se aprovechen los meses de verano para afrontar las largas listas de espera. Desde febrero no se publican los datos oficiales. Están congelados. Pero entonces había casi 700.000 personas esperando para ser atendidas: 78.171 en la lista de espera quirúrgica, 453.117 en la lista de espera en consultas externas y 152.590 en la lista de espera de pruebas diagnósticas y terapéuticas.

La Consejería de Sanidad no ha contestado a este medio sobre el número de cierres de cama en la región, pero Público ha conseguido recopilar información sobre diez hospitales. Según el documento oficial del Hospital Universitario La Paz (incluyendo Cantoblanco y Carlos III) en agosto se cerrarán hasta 260 camas (el año pasado se cerraron 410). Según otro documento oficial del Hospital Puerta del Hierro, aquí se cerrarán hasta 149 camas en este mismo mes, 18 de UUCI (el año pasado fueron 104). 
 

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha facilitado a este medio los datos de cierre de camas de más hospitales: 90 camas del Universitario de Móstoles en agosto (el año pasado fueron 97 según recopiló también el sindicato), 20 del Hospital El Escorial (la mismas que se cerraron el año pasado según los datos del Movimiento Asambleario de Trabajadores, MATS), 30 del Hospital Universitario de Getafe, 144 del Ramón y Cajal (192 en 2019) y 16 del Hospital de La Princesa. Otros datos previstos, facilitados por el sindicato Satse, señala que habrá otras 95 cerradas en el Príncipe de Asturias. 

Además, en el Hospital de Parla se cierra el ala de hospitalización 2B que cuenta con 20 camas y en el Hospital Virgen de la Torre se cierran dos plantas. En el Gregorio Marañón, según pudo saber este medio por sus trabajadores, ya está cerrada la unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), reconvertida en UCI durante la pandemia. 

Esto conlleva muchos problemas. De hecho, en el Gregorio Marañón ya lo han vivido: "Este miércoles se cerró una planta de Clínica y la tuvieron que abrir inmediatamente porque Urgencias estaba a rebosar y tuvieron que pedir doblaje de personal", explica una enfermera de Urgencias a este medio.

El problema de las "escandalosas" listas de espera

"No se deberían cerrar las camas porque tenemos un retraso tremendo en las listas de espera. Los números actuales deben ser escandalosos y por eso necesitamos que no se cierren las camas, que se contrate el personal sanitario y que se lleve a cabo la minorización cuanto antes de la listas de espera. Los ciudadanos no pueden seguir esperando. En algunos casos ya llevan un año esperando. Como dijo el consejero de Sanidad en su momento,habría que atender en los turnos de tarde y en los fines de semana y para ello necesitamos que no se cierren camas", valora el secretario de Acción Sindical de la Federación de Sanidad de CCOO, Mariano Martín-Maestro.

El resto de sindicatos defiende lo mismo. "Lo más responsable sería estar operando y haciendo pruebas a mansalva por si vuelve a haber una oleada del coronavirus y se tienen que cerrar los hospitales otra vez", sostiene Guillén del Barrio, portavoz del Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS). "el cierre de una sola cama no debería ser posible, pero al menos el número de camas que se cierran con respecto años anteriores es mucho menor. Solo esperamos que sirva para la reducción de esa larga lista de espera que ya existía y que se ha incrementado en estos meses de pandemia", sostiene Julián Ordoñez, responsable de UGT. 

Todos, además, temen los números de listas de espera. "Si la situación ya era complicada, teniendo en cuenta que los hospitales han estado cerrados durante más de tres meses, parece increíble que no puede haber otra planificación para que las listas no sigan alargándose. Es el momento de invertir en personal y estructuras para disminuir la brutal lista de espera", explica Alda Recas, portavoz de la Asociación de Enfermería de Madrid (AME). 

De hecho, hasta los números que se conozcan pueden ser engañosos y podemos encontrarnos con que hay más personas que requieren esta atención, tal y como señala Ricaro Furió, portavoz de SATSE: "Van a intentar que la actividad quirúrgica sea mas elevada que otros años, pero puede ser la actividad que no necesita ingresos y el cierre de cama no influiría tanto. Pero los hospitales no funcionan al 100%, ni los quirófanos ni las consultas externas. Esto puede provocar que los datos de espera sean engañosos cuando lleguen porque no ha habido consultas de externas ni derivaciones por lo que puede ser que no incremente tanto respecto a la última cifra, pero no porque no haya aumentado realmente sino porque no se ha recuperado la actividad".

 

Todo esto señala que ha pasado lo contrario al plan de choque que prometió el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. "Desde que gobiernan PP y Cs, la lista de espera ha crecido casi en 47.000 personal, y hablamos de febrero. Pese a que debería haberlo hecho, no se actualizan los datos en el Portal de Transparencia", denuncia Martín-Maestro. Este problema, junto a la falta de personal, llevará a que los hospitales no recuperen la actividad que podría adaptarse a la nueva normalidad, como mínimo, hasta septiembre. Y esto teniendo en cuenta que no llegue un nuevo rebrote masivo. Si no se disminuyen las listas de espera ahora, la cifra será aún más grave si se da un nuevo rebrote en la capital y los hospitales vuelven a dedicarse casi al 100% a la covid.